martes, 15 de abril de 2014


Semana Santa en Venezuela:

Celebrada con fervor en todo el país


"La Semana Santa es el período del año reservado por los católicos para rememorar la vida de Jesús y en Venezuela la iglesia católica vibra con la representación viva de la Pasión y Muerte de Cristo".

Con el nuevo año llegan los Festivos y uno de ellos es el de Semana Santa, fecha y semana especial para la mayoría de las venezolanas y venezolanos, en especial para los católicos, quienes celebran este asueto año tras año, con la posibilidad de tomarse un descanso laboral, pudiendo disfrutar en familia del mismo.
La semana es considerada por muchos como una época para la reflexión donde se recuerda la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. También es aprovechado por muchos, en especial los días Jueves y Viernes Santo, para descansar y viajar hacia a alguno de los tantos destinos turísticos que ofrece nuestro país.
En Venezuela, la Semana Santa es el período sagrado de los cristianos, el cual va del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. En este período, es cuando se vive más intensamente el Cristianismo, ya que en estas fechas se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Celebración en diversas regiones

En cada ciudad, esta conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo se vive de forma muy parecida, pero no igual. Ya que las vestimentas y las costumbres difieren en las distintas localizaciones. La celebración varía depende la región del país.

Monagas

Trujillo

En todas las regiones se realizan procesiones, alusivas a la pasión de Cristo. La primera de estas procesiones sale el Domingo de Ramos y la última el Viernes Santo.
En diversas poblaciones, tal como Caripito en el estado Monagas y Tostón en Trujillo, se simbolizan hasta 15 cuadros artísticos que narran importantes momentos de la historia sagrada: La Entrada Triunfal de Cristo a Jerusalén, La Multiplicación de los Panes, El Sermón de la Montaña, La Resurrección de Lázaro, La Santa Cena, El Huerto de los Olivos, Vía Crucis, Crucifixión, Resurrección y Asunción. Aún cuando en cierta forma son actos teatrales basados en textos bíblicos, en muchos lugares sus contenidos han sido transformados según la tradición y los valores de los grupos populares, tal como ocurre con la Quema de Judas.

Carabobo

Apure

Distrito Capital

Otros poblados se distinguen por algunas acciones cargadas de recogimiento, como es el caso de la procesión del Viernes Santo en Tocuyito o La Bendición del Mar y el Domingo de Resurrección en el Malecón de Puerto Cabello, en Carabobo. En el estado Apure, por su parte, es bien conocida la devoción por el Nazareno de Achaguas, imagen milagrosa que donara José Antonio Páez, mientras que en el estado Aragua, específicamente en la población de Villa de Cura, la procesión del Santo sepulcro trae feligreses de todo el País. Aquí son famosos los “cargadores”, que cumplen con verdadera devoción las promesas ofrecidas.
Mientras en Chacao, estado Miranda, todo se inicia con la procesión de los Palmeros, quienes buscan las palmas a ser repartidas el Domingo de Ramos y una de las más famosas procesiones de Viernes Santo es la de la Iglesia de San Francisco, en Caracas, Distrito Capital.
De manera tal que la espiritualidad y el recogimiento propio de la Semana Santa, aún hace resistencia a los embates de la modernidad.

Historia de la Semana Santa en Venezuela

Los preparativos para la celebración de la Semana Santa se remontan al siglo XIX y eran distintos a los de hoy en día. En épocas pasadas la fecha era acompañada de un hálito místico, de paz y silencio propicio para el recuerdo del martirio y el sacrificio de Cristo. En vísperas de la Semana Mayor los devotos preparaban afanadamente la ropa que vestirían durante los días de regocijo, porque consideraban que, al estrenar las prendas de vestir en la ceremonia religiosa, serían recompensados con buena suerte durante el resto del año. La Fe en aquellos tiempos privaba en el espíritu del venezolano. Los días más importantes eran el jueves y el viernes santo, correspondientes a la crucifixión.
La muerte de Jesús en El Calvario era toda una tradición, la gente se mantenía en completo silencio, y sin querer exagerar el hecho, no estaba permitido alzar la voz, pelear, o hacer ruido, ya que según las creencias populares, la carne del Señor era herida por los golpes. Las campanas de la iglesia no eran utilizadas, y en su lugar las ceremonias eran anunciadas con matracas. El viernes santo no se comía carne por ser considerado el día del ayuno y el sacrificio. Todo esto ya ha cambiado en la actualidad.
La Semana Santa tuvo un momento en la historia en la que fue rememorada con múltiples manifestaciones eclesiásticas y devotas. Actualmente, algunas tradiciones religiosas de la Semana Mayor se conservan en ciertas localidades y parroquias del país.

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