miércoles, 12 de febrero de 2014


Si nos ajustamos a dos de las definiciones que encontramos en el DRAE (el Diccionario de la Real Academia Española), las que más se adaptan al tema que tratamos, encontramos que la palabra ‘modelo’ tiene estas acepciones: “Arquetipo o punto de referencia para imitarlo o reproducirlo” y “Persona de buena figura que en las tiendas de modas se pone los vestidos, trajes y otras prendas para que las vean los clientes”.

Está claro que no hay que seguir al pie de la letra lo que nos digan los señores académicos. Resultaría imposible imitar o reproducir todo lo que vemos y ya hemos hablado que en multitud de ocasiones los diseñadores optan por modelos que no destacan por su ‘buena figura’ (que resulta un eufemismo de la Academia para denominar a la gente ‘guapa’).

BARBAS VS. TATTOOS

Así que tranquilidad. Si te has fijado con detenimiento en las pasarelas (y nosotros lo hemos hecho) esta temporada te habrás dado cuenta quedonde antes había barbudos ahora hay tatuados. Tal cual. Si durante meses hemos estado rodeados de modelos con un generoso vello facial ahora la moda se rinde al poder hipnótico que producen los dibujos de tinta sobre la piel. Y así nos lo confirma uno de los mayores expertos en modelos masculinos de este país, Daniel Sole, director del departamento de hombre de View Mangement: “Hay una tendencia tanto en editorial como en campaña por los modelos tatuados”, afirma. “Y ésta viene marcada por los desfiles, que han apostado por este tipo de chicos. Lo que antes eran barbas ahora son tatuados”.

Quizás la clave de todo esto sea el hecho de que ahora no nos conformamos con un tatuaje pequeño o en cierta parte del cuerpo (como el de Andrés Velencoso en el pecho que aparece y desaparece a gusto del anunciante y por obra y milagro del PhotoShop). No, se buscan de gran tamaño, llamativos y que para nada pasen desapercibidos.
Dsquared2 y Philipp Plein apuesta por los tatuajes xxl.
¿QUIÉN MARCA LA TENDENCIA?

Seguro que a todos nos viene a la mente Rick Genest, el ‘zombie boy’ que protagonizó junto a Lady Gaga hace unos años su videoclip ‘Born This Way’ y al que vimos desfilar en el regreso de la firma Mugler a las pasarelas, o aquel desfile de Louis Vuitton de la primavera verano de 2011 donde se emplearon tatuajes de quita y pon que dibujaban en el cuerpo de los modelos las iniciales de la firma. Eso, inconscientemente o no, fue el inicio de una nueva tendencias que ha llegado ahora su clímax (o eso parece).

Mikkel Jensen, con un tatuaje xxl en su pecho, y Jimmy Q y Miles Langford, que llevan prácticamente todo el torso ‘pintado’, son claros ejemplos de lo que afirmamos. Prueba de ellos es el desfile de Pringle of Scotcland para este verano, donde era llamativo su casting de tatuados, o la campaña de Langford para Lanvin este invierno, la de Jensen paraIceberg en esta temporada o la Jimmy Q en Bershka durante 2013.
“Es un hecho que se están demandando más este tipo de modelos”, reflexiona Sole. “Pero tampoco te puedo negar que depende de clientes. Londres siempre ha sido algo más transgresor y llevaba tiempo pidiéndolos mientras que en otros mercados algo más conservadores, como el nuestro, esto lo hemos notado desde hace seis meses”.

EL PROBLEMA DE TATUARSE

Y es que no deja de ser algo arriesgado tatuarse el cuerpo cuando lo usas como herramienta de trabajo. “Es una opción que está muy bien pero no puedo negar que a veces molesta, no es un ‘lienzo’ limpio sobre le que puedes dar tu interpretación de una tendencia”, afirma Cicero. “Muchas veces se acaba mirando más el tatuaje que la prenda y eso no interesa”.
Sole lo confirma: “Cuando hacemos la ficha a un modelo nuevo siempre le preguntamos si tiene tatuajes y te puedo asegurar que la mayoría tienen. En el tobillo, en la espalda… siempre suelen llevar alguno aunque nosotros preferimos que no sea así. Eso sí, con las técnicas de retoque si no es muy llamativo se puede quitar sin problemas”. “Sin ellos el modelo tiene más versatilidad”, concluye Cicero.

Quizás ahí está la clave: el retoque puede eliminar (y poner) prácticamente todo lo que queramos, de ahí que si el cuerpo no está ‘manchado’ facilite el trabajo. Pero claro, esto para las campañas está bien, pero para el día a día… Recuerda, tú por la calle no llevas PhotoShop incorporado, así que no hace falta que imites todo lo que veas. A veces el DRAE no tiene toda la razón.

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