martes, 16 de julio de 2013

Nuevas coqueterías masculinas


Nuevas coqueterías masculinas





Por Victoria Lescano
Los nuevos modos del estilo deportivo y el furor de las estampas florales y los recursos ornamentales, fueron algunos indicadores de estilos en la semana de la moda y la celebración de estilos masculinos que transcurrieron en Londres, Milán y se extendieron a locaciones parisienses y de Nueva York. En el inicio del London Fashion Week, la diseñadora Lou Dalton, mostró su abordaje para placares de la primavera 2014: bermudas y camisas que componían sastrería de verano con dibujos trazados a mano del imaginario de los pilotos ingleses. Pero el gesto extravagante lo representaron trajecitos en rosa y en crudo realizados en telas afines a las de vestidos para cócteles, sí, guipures y simulacros de texturas florales. Y, a continuación, la firma Top Man Design, otro de los nuevos nombres de la escena british, tomó como partido de diseño la exaltación de la camisa masculina bordada en el canesú y con recursos ornamentales dignos de bellos pavos reales.
Ya desde Milán y la firma Gucci, la diseñadora Frida Giannini, sorprendió por su viraje al street-wear aunque sofisticado; los trajes austeros de antaño fueron reemplazados por remixes de franelas con pantalones de morfologías similares a las de leggins y también de los pantalones de montar: entre unos y otros sorprendió su apuesta por las estampas florales y el composé de estampas de peonías, rosas y flores silvestres avis. La estampida floral y primaveral irrumpió tanto en un jean negro y recto llevado con un blazer grisáceo como en un holgado pantalón borravino y un saco crudo.
Los modismos deportivos y las puestas cautivantes que cada temporada idea Thom Browne, diseñador del apartado masculino de la firma Moncler, se sumaron a la línea Moncler Gamme Bleu, que rescata deportes en extinción y venerados por las elites. El cricket fue el ardid de sus pasadas, y además de la vasta profusión de pelotitas en la pasarela y el acting para la ocasión, el gesto extravagante se posó en los labios pintados de negro y en las morfologías en blanco níveo que rescataron otras morfologías de faldas, chaquetas entalladas, pero aplicadas al guardarropa varonil. Corresponde aclarar que esa firma tiene un apartado femenino llamado Moncler Gammer Rouge, que cada temporada idea el experto Gambatista Valli.
Mientras que en Buenos Aires y en el cierre del Festival Emergente que transcurrió en el Centro Cultural Recoleta, el diseñador Pocho Soler  modificó los habituales modos de representación, erigiéndose en modelo de sus propios diseños.
Un gesto que ya vaticinó en sus campañas gráficas, pero que en la pasarela del frío patio del Aljibe devino un happening. Acerca de sus recursos y del show autoproclamado “egocéntrico”, Soler argumentó: “No tuve hermanos; soy hijo único y nieto único. Y de este modo creo hermanos”. La colección se hizo eco de su gusto por la estética de la Segunda Guerra Mundial; las chapas e insignias rescatadas de uniformes de 1940 viraron en ornamentos para suéteres, buzos y franelas, y compartieron protagonismo con prints de Bela Lugosi, Frankenstein y el Hombre Lobo, iconos del cine de terror. Pero también hubo reversiones en clave paródica de los slogans de partidos políticos y, en señal de alta costura, elegantes cuellos clericales. Su firma se escribe prxmmnt., se pronuncia “próximamente”, y tiene un estudio de diseño en San Cristóbal.




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