Mantener
un nivel saludable de esta hormona en tu organismo te ayudará a
desarrollar musculatura, evitará que eches barriga y te cargará de vigor
sexual.
La testosterona
regula el metabolismo, repara células y favorece la fuerza muscular, la
resistencia ósea, la presión arterial y mantiene a raya el colesterol malo. Y por si esto
fuera poco, es buena para la memoria y nos hace estar de buen humor. ¡Todo son
ventajas! Descubre cómo influye la hormona en tu vida y qué debes hacer para
que no te abandone.
Si disminuye la
hormona, el perímetro abdominal crece. Así de claro. “Hay gente que a pesar de hacer ejercicio se queja de que no
les baja la barriga. En muchas ocasiones es debido a un déficit de
testosterona. Por mucho ejercicio que hagan nunca van a desarrollar
correctamente el músculo y nunca van a perder esa barriga” , asegura el doctor
Natalio Cruz, coordinador nacional de andrología de la Sociedad Española de
Urología. Si quieres saber cuál es tu nivel de testosterona, un simple análisis
de sangre te ayudará a salir de dudas.
Por mucho que intentes machacarte en
el gimnasio, si no tienes unos índices de
testosterona saludables no conseguirás el resultado deseado. Tu esfuerzo unido
a la acción de la hormona logra que las fibras musculares crezcan en tamaño y
se multipliquen las células del músculo, logrando así un mayor desarrollo. “La testosterona favorece la síntesis proteica y el músculo es
proteína pura y nos ayuda a ganar musculatura y a mantenerla”, afirma José
Gonzálbez, endocrinólogo del centro Teknon de Barcelona.
“Uno
de los principales síntomas del déficit de hormona es que se pierde vigor
físico y se reduce la potencia muscular”, asegura el doctor
Francisco Javier Salvador, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología. Un
índice de hormona saludable te va a dar la energía necesaria para enfrentarte
al reto físico que te propongas ya sea quitarte la barriguita o luchar por
un six-pack de acero.
Ya se
te puede plantar delante Megan Fox en tanga, que si tienes la hormona por los
suelos no le pedirás ni la hora. Y es que, entre todas sus múltiples y
beneficiosas funciones, la
testosterona es también la responsable de tu deseo sexual.
Bastante importante, como comprenderás.
Cuando
ella sale por la puerta se lleva todos tus pensamientos eróticos y suele
dejar entrar a un huésped muy indeseable: la impotencia. De
hecho, el
90% de los problemas de falta de libido por causas no psicológicas están
relacionados con el déficit de testosterona.
Si tu organismo presenta un índice
saludable de hormona tendrás suficiente deseo sexual para que junto a tu pareja
te entregues a la quema masiva de calorías, de la forma más divertida que hay.
Si entrenáis a conciencia, quizás os contraten como acto inaugural para las
próximas fallas de Valencia.
El grifo de la testosterona empieza a
cerrarse cuando cumplimos los 20. A partir de aquí perderemos un 1% de la
hormona cada año. Pero tranquilo, no debes preocuparte; te traemos las claves
para que desprendas más testosterona que los protagonistas de los anuncios de
desodorante.
1. Consume grasa buena
El carburante perfecto para que tu cuerpo
produzca testosterona de una forma natural son los alimentos ricos en grasas
insaturadas y poliinsaturadas. Incluye en tu menú ingredientes como las
castañas, los aguacates, los huevos, el pescado, el aceite de oliva, las
almendras o los manís y acelera la producción de la hormona de marras.
2. Evita el tabaco, el alcohol y... ¡el aceite de lavanda!
El
tabaco y el alcohol no le hacen ningún favor a nuestra virilidad ya que como
confirma la doctora Sesmilo “se han relacionado con una
disminución de síntesis de testosterona”.
3. Duerme bien
Tu cerebro necesita descanso para coordinar
todas las funciones del organismo, entre ellas la producción de hormonas. Si
duermes menos de seis horas al día o tienes horarios muy caóticos, tu cuerpo
acaba produciendo una carga extra de cortisol dificultando así la acción de la
testosterona.
4. ¡Zen a tope!
Tampoco
hace falta que te retires a un templo budista y te conviertas en un monje
Shaolin, pero sí que deberías evitar agobiarte “Se ha comprobado que el estrés
condiciona la producción de hormona a través de la liberación de
glucocorticoides, unas sustancias que frenan directamente la producción de
testosterona”, aclara el doctor Cruz.
5. Mantén una dieta rica en vitaminas
Son esenciales para la síntesis de hormonas
en tu organismo. Las más importantes para beneficiar la producción de
testosterona son la vitamina A, D y E. Una dieta equilibrada que incluya frutas
y verduras te ayudará a obtenerlas.
6. Controla tu peso
“El
organismo de un hombre obeso favorece la transformación de andrógenos en
estrógenos. Se produce menos testosterona. Es como si fuera una pequeña
feminización”, apunta el doctor Gonzálbez.
El exceso de peso inhibe la producción de testosterona, por lo
que entrenar duro te ayudará a mantener un nivel saludable de hormona en tu
sistema.
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