Un día de ayuno para depurar los excesos
navideños
Navidad y fin de año, son fechas complicadas para mantener el
cuerpo en forma. Solemos dejar a un lado por unos días el ejercicio y aunque
hagamos lo posible para evitar ganar peso, es muy difícil no ir acumulando
“comidas especiales” que más allá de hacernos engordar o no, a veces dan una
sensación general de pesadez en el estómago y cansancio.
Un día de ayuno nos puede ayudar a sentirnos mejor y a compensar
los excesos navideños, a mí me encanta hacerlo de vez en cuando.
Qué conseguimos con un día de ayuno
El principal beneficio de ayunar durante un día (ingiriendo
únicamente agua o infusiones sin azúcar) es la depuración de nuestro organismo.
El hígado podrá dedicarse a eliminar las toxinas acumuladas, al
menos en parte, y dar una pausa al estómago permitirá que descanse de las
posibles digestiones pesadas que hayamos tenido durante los últimos días.
También nos servirá de empujón para eliminar los líquidos que
estemos reteniendo, por lo que la sensación de hinchazón disminuye y aunque
esto también puede notarse en la báscula como una disminución de peso, hay que
tener en cuenta que seguramente habremos perdido únicamente agua.
Aquí es muy importante señalar que el ayuno no debe utilizarse
como una técnica para adelgazar, más bien para restaurar el equilibrio de
nuestro cuerpo ocasionalmente, dentro de una dieta saludable.
Claves para un buen ayuno
Es recomendable elegir un día en el que vayamos a estar
tranquilos, sin tener que realizar tareas que requieran mucho esfuerzo, físico
o mental, ya que desconocemos cómo va a responder el cuerpo.
Debemos hidratarnos siempre que tengamos sed, bebiendo agua o si tenemos ganas de notar algún sabor, tomando alguna
infusión sin azúcar.
Si queremos hacer más de un día de ayuno es mejor consultar
primero con nuestro médico, al igual que si padecemos alguna enfermedad como
diabetes, problemas en los riñones entre otras.
Aunque al principio se puede pasar un poco de hambre tenemos que encontrarnos bien en
general. Si notamos mareos, cansancio excesivo o cualquier otro
síntoma no habitual es mejor no seguir con el ayuno.